Ese es un gran resumen o titular de la experiencia que han vivido 5 influencers españoles en un viaje organizado por Turismo de Tailandia y b the travel Brand. Erea Louro, Paula Moya, Fran Guzmán , Laura Trevijano y Benjamin Thorpe tuvieron la oportunidad de conocer «El País de la Sonrisa» con un prisma poco conocido hasta el momento.
¡Aquí os contamos cada detalle del viajazo!
Tras unas horas de vuelo su viaje comenzó en Bangkok, la capital de Tailandia. Una ciudad con grandes conocidos, como el Palacio Real que recibe cada año más de 8 millones de visitantes. Un entramado de avenidas, calles y callejones con algunas experiencias inolvidables.
Nada más llegar, hicieron el check-in en el hotel Banyan Tree Bangkok, el único hotel de Bangkok que solo dispone de suites. Un rato para dejar las maletas, descansar… y comenzar a descubrir la ciudad.
Primera parada: los canales. Bangkok es conocido como la Venecia del Este. Y no es para menos con la cantidad de canales que se encuentran en la ciudad. Un paseo en la barca tradicional tailandesa, el long tail boat, es una gran opción para refrescarse y comenzar a ver la vida tradicional de la gran ciudad.
La siguiente: Yaowarat. O lo que es lo mismo, el barrio chino de Bangkok. Un circuito por los mejores puestos de Street food degustando distintos platos para terminar el día con una cena diferente. Alguno lo catalogaron de la “Malasaña” de Bangkok.
El día siguiente tenía un toque más tradicional, pero a la vez aventurero. Después de conocer el Grand Palace tuvieron la oportunidad de pasearse por Khao Sand Road, una de las calles más animadas de la ciudad donde pudieron probar algunas delicatessen como… ¡escorpión!
La tarde continuó con uno de los “must”, el Wat Po con su Buda Reclinado, y terminó en Asiatique para la cena.
La excursión a Ayutthaya, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, les llevó todo el tercer día. Pero la despedida de Bangkok terminó por todo lo alto. Y nunca mejor dicho, porque terminaron con una copa en uno de los rooftops más míticos, el Moon Bar en la planta 61 de Banyan Tree Bangkok, el hotel en el que se alojaban.
Koh Chang, la desconocida “isla elefante”
Tras unos días ajetreados por la capital era el turno de entrar en contacto con la naturaleza en un lugar más recóndito y menos conocido por las masas.
El vuelo les llevó hasta Trat, desde donde fueron al muelle para coger un ferry que les llevó a Koh Chang, la segunda isla más grande de Tailandia (después de Phuket) cerca de la frontera con Camboya, al este en el Golfo de Tailandia.
El hotelazo que les esperaba junto a la playa no era otro que el espectacular Santhiya Tree Koh Chang. Aquí disfrutaron de algo de tiempo libre hasta la cena en un restaurante local para reponer fuerzas para el día siguiente.
La aventura en Koh Chang empezó con un tour por la isla para conocer todas las playas, que se encuentran principalmente en la costa oeste y la exuberante naturaleza de la isla. Koh Chang, que pertenece a un Parque Nacional Marino cuenta con un 70% de su territorio cubierto por selva virgen donde se encuentran algunas especies autóctonas como ciervos o aves (alguno de los influlencers aprovechó la ocasión para sacarse alguna foto con cervatillos).
Pero como parte de un entorno marino, gran parte de la belleza de esta isla se encuentra en el mar y, también, en las islas vecinas. En una embarcación lenta tuvieron la oportunidad de visitar otras pequeñas islas deshabitadas donde la playa y el snorkel es la principal actividad.
¿La despedida? Una cena buffet en uno de los varios restaurantes con comida tradicional tailandesa que ofrece el hotel Santhiya Tree Koh Chang.
Sin duda un viaje de lo más apetecible combinando la tradición y la novedad en Bangkok con los caminos inexplorados de un nuevo destino de playa como es la provincia de Trat.
¡Esperamos que repitan pronto!
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