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Wat Srisuphan (Templo de la Plata) en Chiang Mai

La esencia de Chiang Mai se puede ver, oler y sentir nada más llegar a la ciudad. En recorrer la ciudad no se tarda mucho, ya que está distribuida en pequeñas callejuelas que recuerdan a un pueblito grande. Eso sí, con tan rica cultura necesitarás calma para disfrutar de la ciudad y nutrirte del encanto que transmiten sus habitantes con sus rostros siempre alegres.

 

Foto: Turismo de Tailandia

Foto: Turismo de Tailandia

 

En la ciudad podrás encontrar un sinfín de templos, pero si hay uno que llama la atención es Wat Srisuphan, también conocido como el Templo de la Plata. Es uno de los templos más característicos de Chiang Mai pero también el menos conocido o “visitado” por los turistas.

 

Foto: DAB

Foto: DAB Templo

 

Foto: DAB

Foto: DAB Detalle en plata

 

Construido en 1502, ha sido reformado varias veces y del templo original solo quedan las piedras de la sala de ordenación. Todo el templo ha sido recubierto de plata lo que le diferencia y le hace realmente especial del resto de templos tanto de Chiang Mai como de Tailandia. Algo que sorprende es que las mujeres no pueden entrar en la sala de ordenación debido a la carga de energía y al simbolismo religioso que los monjes le atribuyen.

 

Foto: DAB Estatuas

Foto: DAB Estatuas

 

En las inmediaciones del templo se encuentra una escuela de plateros, por lo que es considerado un importante centro de artesanía, que ayuda a preservar la tradición platera en la región de Chiang Mai.

 

Los visitantes pueden observar cómo los monjes trabajan la plata con especial delicadeza y mucho cuidado.

 

Foto: DAB Monje trabajando

Foto: DAB Monje trabajando

 

Foto: DAB Cuadro

Foto: DAB Cuadro

 

Los monjes juegan un papel importante en el mantenimiento del templo (cuidado de los jardines y restauración de las estatuas) y es curioso, la cercanía que muestran a los visitantes. Puedes tener una charla con ellos en inglés sobre cualquier pregunta o duda que se tenga, ya sea de su vida como monje o sobre el budismo. La única condición para los extranjeros es vestir con respeto (rodillas y hombros cubiertos) y en el caso de las mujeres, no dar directamente nada a los monjes ni tocarles como tampoco a sus pertenencias.

 

Foto: DAB Cuidando el jardín

Foto: DAB Cuidando el jardín

 

En el templo, aparte de charlar con los monjes puedes hacer un curso de inicio a la meditación. Este curso dura dos horas y en él se utilizan las cuatro posturas: de pie, caminando, sentado y acostado.

 

Foto: DAB Monjes descansando

Foto: DAB Monjes descansando

 

No fue posible esta vez… pero queda pendiente para el próximo viaje al País de la Sonrisa!