Bangkok con niños

Viajar a Tailandia con niños es una experiencia tan gratificante como desafiante. Los tailandeses son muy tolerantes con los niños y no existen prácticamente restricciones a la hora de llevarlos a cualquier sitio.

No obstante, es importante tomar algunas precauciones especiales como una protección solar adecuada, evitar las comidas muy picantes y llevarse comida enlatada por si la comida local no les gusta. Por otro lado, hay que recordar que Tailandia es uno de los países más seguros de Asia y posee hospitales internacionales de altísimo nivel.

Bangkok ofrece diferentes opciones y actividades para el público infantil. Dependiendo de la edad del niño, es posible organizar un recorrido por Bangkok y sus alrededores orientado a sus gustos y preferencias. Los niños con edades comprendidas entre los 8-14 años pueden mostrar interés por visitar el espectacular Gran Palacio Real, uno de los monumentos más coloristas del mundo; o el templo Wat Pho, donde se encuentra la estatua del Buda reclinado.

Foto: Turismo de Tailandia

Otra visita muy recomendable sería el mercado de flores y verduras de Pak Khlong Talat, en el Barrio Chino. Se trata de un mercado abierto las 24 horas del día teñido de un alegre colorido que le confieren las 20 variedades diferentes de orquídeas y otras flores tropicales que allí se comercializan, entre muchos otros productos al por mayor.

Foto: Turismo de Tailandia

Una actividad muy divertida puede ser recorrer Bangkok en un tuk tuk para acabar en el río alquilando un barco o long tail boat y descubrir los canales de Thonburi. O moverse en skytrain, el conocido tren elevado que conecta las principales atracciones de la ciudad: centros comerciales, parques, mercados…

Foto: Turismo de Tailandia

Uno de los principales centros comerciales es el Siam Paragon que esconde en su interior el maravilloso Siam Ocean World, un acuario gigantesco y sorprendente.

Foto: sealifebangkok.com

En el mismo centro comercial pero en la última planta no se puede dejar de visitar el KidZania, la atracción más novedosa e innovadora de Bangkok. Se trata de una ciudad a escala para niños, con tiendas, calles y hasta transportes, en la que se pueden descubrir más de 80 oficios y negocios con los que interactuar. La ciudad cuenta con los establecimientos más representativos y con su propio Sistema monetario, los KidZos.

Más allá del centro de la ciudad, los más pequeños encontrarán diferentes alternativas de ocio y parques temáticos. Destacan:

• Dream World: Parque temático al aire libre con distintas zonas lúdicas bautizadas con sugerentes nombres como “país de la fantasía” o “jardín de ensueño”. La mayoría de los niños prefiere las atracciones de agua respecto a las demás.
• Safari World: Está considerado el mayor parque de vida salvaje del sureste asiático y en él habita una variada fauna integrada por monos, leones, jirafas, cebras y rinocerontes. El recorrido se realiza en automóvil, ya sea en vehículo propio o en el autobús del parque.
• Zoológico de Dusit: Además de los típicos felinos, elefantes, chimpancés… el parque cuenta con algunos especímenes raros que atraen la atención del público infantil. Además, éste lugar es ideal para que los pequeños jueguen y corran, ya que goza de muchas sombras y un lago artificial.

Foto: Dusit Zoo

• Criadero de serpientes o Instituto Memorial de la Reina Saovabha: Aprender a inmovilizar serpientes o a hacer torniquetes tras la mordedura de uno de estos reptiles… esto y mucho más forma parte de la labor divulgativa e informativa llevada a cabo por la Cruz Roja Tailandesa en este lugar. También es posible contemplar un provocativo espectáculo y tocar una Boa Constrictor con las manos. Las condiciones de seguridad están garantizadas en todo momento.

Otras opciones son:

Cenar en Asiatique en el restaurante de Joe Louis para ver un espectáculo de marionetas, toda una tradición en Bangkok o montar en su gigantesca noria, desde la cual se divisará una de las más bellas vistas nocturnas de la ciudad o acudir a una representación teatral en Siam Niramit, absolutamente imprescindible.

Foto: Siam Niramit