Amazing Thailand

Buscando la playa perfecta…

Cuenta una leyenda local que en el siglo III a.C un bajel real navegaba tranquilamente por las aguas de Andamán cuando fue sorprendido por una fuerte tormenta. A bordo iba una bellísima princesa india llamada Sri Guladevi. Tras muchas horas de lucha contra el mar, el bajel se fue a pique y todos murieron, pero el espíritu de la princesa fue a habitar a una cueva cercana y allí ha permanecido desde entonces para proteger a los pescadores y gente del mar. Éstos, a cambio, hacen ofrendas constantes en la cueva en honor de su Phra Nang (Princesa Sagrada), algo llamativas, eso sí, ya que son grandes falos de madera pintados de colores, lo que le da a la cueva un singular aspecto.

 

 

El Blog de Tailandia- Cueva Hat Railay

 

 

Como no podía ser de otra manera esa mágica cueva se encuentra en uno de los lugares más mágicos de Tailandia, la península de Laem Phra Nang, aunque todos la conocen como Railay. Tres espectaculares bahías rodeadas de formaciones kársticas cuajadas de vegetación cayendo a pico sobre el mar de color turquesa forman un bellísimo conjunto, unido al continente por un istmo acantilado que se ha convertido en uno de los principales sitios de escalada extrema en el mundo.

 

 

Foto: Rayavadee

Foto: Rayavadee

 

 

Acceder a este pequeño paraíso sólo es posible en barcos locales y una vez allí el viajero es atrapado irremediablemente por el espíritu de la Princesa Sagrada. Si se llega desde Ao Nang, los barquitos amarran en la preciosa playa de Rai Leh West , con un puñado de chiringuitos decorados con buen gusto donde se puede comer extraordinariamente bien a precios ridículos y desde donde es imprescindible acudir a la puesta de sol. Si se llega desde Krabi los barcos amarran en la playa opuesta, Rai Leh East, compuesta de marismas y manglares es en la que se asientan la mayor parte de los alojamientos hoteleros y se usa principalmente para descargar mercancía del continente y llevar y traer turistas. Como colofón, la espectacular playa de Phra Nang corta la respiración hasta al más curtido en paraísos. Una franja de arena blanca y fina hace de alfombra a los inmensos acantilados que la protegen, mientras que sus tranquilas aguas cambian de color a medida que el día avanza.

 

 

Foto: Rayavadee

Foto: Rayavadee

 

 

Allí, salvo el lujoso hotel Rayavadee, que se asienta en la mejor parte de la península, el resto de la playa está intacta. Se accede a ella desde Rai Leh East bordeando el Rayavadee a través de un estrecho sendero lleno de monos que cada día bajan a desayunar desde las cumbres de los elevados riscos que lo rodean.

 

 

Foto: Rayavadee

Foto: Rayavadee

 

 

Pero, además de las playas, Railay es un lugar de actividad. Reconocido mundialmente como uno de los puntos clave para escalada, ofrece distintos niveles de dificultad e incluso los principiantes pueden hacer sus pinitos bajo la segura supervisión de expertos guías.

 

 

Foto: TAT

Foto: TAT

 

 

Para los que padezcan de vértigo y prefieran las profundidades marinas, las islas frente a la costa de Railay son claves para el submarinismo y el buceo con tubo, especialmente Ko Rang Nok que posee una cueva sumergida. Y para los que solamente deseen disfrutar de no hacer nada, la recomendación es que  recorran cada rincón de este apartado y bellísimo lugar como  un ritual diario en el que tras un delicioso desayuno se camina un rato hasta la playa de Phra Nang para contemplar las primeras luces del día. Luego, cuando comienzan a llegar turistas y el sol hace estragos nada mejor que desplazarse a Rai Leh West y comer con una cervecita bien fría. A continuación, la obligada siesta y bien descansados acudir a Rai Leh East para ver la puesta de sol, cenar un fresquísimo pescado a la brasa y disfrutar de su ambientillo nocturno.

 

 

 

Para dormir como una princesa:
 
La oferta es amplia y para todos los bolsillos, pero un hotel  sobresale por su impecable servicio y extraordinaria restauración.

 

 

Foto: Rayavadee

Foto: Rayavadee

 

 

El Rayavadee:

 

Uno de los más lujosos  resorts del sur de Tailandia y sin duda uno de los más exclusivos por su ubicación, miembro de The Leading Hotels of the World. A él se accede en barco privado propiedad del hotel. Cuando se desembarca sorprende el entorno ya que sus 11 hectáreas están rodeadas por las tres playas. Sus villas poseen dos alturas y están construidas en un bosque de palmeras del que se asegura que no se taló ni una sola para levantarlas. Ver atardecer en su infinita piscina, cenar en La Gruta, una cueva natural con las mesas y las sillas en la arena de la playa, o relajarse en su spa son algunos de los pequeños placeres del Rayavadee. Su ubicación, además, permite hacer excursiones de un día a las islas Phi Phi, a la bahía de Phang-nga o a las cercanas cuevas, parques y cascadas naturales de la zona. www.rayavadee.com

 

 

Foto: Rayavadee

Foto: Rayavadee

 

 

Foto: Rayavadee

Foto: Rayavadee

 

 

Texto: María Redondo

 

Artículo publicado en El Periódico de Cataluya en diciembre de 2010 y actualizado para el blog.