Amazing Thailand

La Alquimia de Tailandia

Por Miguel Leal (Texto y fotos)

 
Hace unos días me pidieron que escribiera un post para el blog de Turismo de Tailandia. Llevo dándole vueltas intentando acertar en el enfoque que quiero darle y varias ideas me han rondado la cabeza. Pero como el “Rosebud” en los sueños de “Ciudadano Kane” una idea me asaltaba de forma obsesiva. Siempre la apartaba para intentar buscar un enfoque más profesional, cultural o aventurero que es lo mío (el deporte en Tailandia, submarinismo al alcance de todos, la perfecta combinación entre la escalada y el yoga…). Pero no. Agarro el trineo por los patines, dejo la descripción turística de este maravilloso país y me zambullo en lo que realmente pasa por mi mente cada vez que pienso en Tailandia.
 
Tailandia entró en mi cerebro ya antes de llegar. Exotismo, lujo, refinamiento y amabilidad nos vienen inevitablemente a la cabeza cuando pensamos en este país. Sus playas, su cultura, sus mercados flotantes o su increíble gastronomía son legendarias. Pero para mí fue, además, el crisol donde se forjó una amistad que ya despuntaba y que encontró en la puerta del Sudesde Asiático los ingredientes en cantidad y calidad necesarios para que se cocinara un exquisito manjar.
 
Ya antes de partir me zambullí en guías e internet por lo que esperaba encontrar un país exótico, diferente a todo lo que había conocido por mucho que haya viajado; y así fue. Nada más bajar del avión, la bofetada de calor y humedad me situó en un instante en el otro extremo del planeta… y desde el primer momento, una sensación de alegría recorrió mi espina dorsal. Fue una sensación física de alegría. Más de mil voltios de felicidad recorriéndome.
 
Cuando estás en este país, notas de forma palpable eso que no se ve en las fotos, que no se siente en los vídeos; esa sensación de que estás en un lugar especial que prepara tu cuerpo, tu mente y por qué no, tu alma para recibir, para asimilar las experiencias nuevas o incluso las cotidianas de una manera totalmente distinta. La apelación del país de la sonrisa no es más que una aproximación a la felicidad que te envuelve cuando desembarcas en Tailandia. Por eso allí tus sensaciones, tus sentidos y tus sentimientos se exacerban. Todo te afecta de una manera más intensa y positiva.
 
El Blog de Tailandia-KO Chang
 
En occidente andamos siempre en pos de experiencias intensas, emociones fuertes que de algún modo nos hagan reaccionar, nos hagan sentirnos vivos. Queremos llenarnos de una felicidad intensa y arrolladora, y que la risa; no, más bien de la carcajada sea la expresión de esa felicidad. Lo queremos todo y de golpe. Sin darnos cuenta que si llega de golpe se va con la misma urgencia. Solemos decir que la felicidad son momentos, no un estado. Pero en Tailandia lo sentimos de un modo diferente. El hecho de que todos sus habitantes, hasta los más humildes sonrían por la calle, traten con amabilidad a sus semejantes, pero de forma sutil, sin grandes aspavientos como para tratar de demostrar que son felices ha logrado una suerte de alquimia. Y es que no puede ser de otra manera; los siglos de felicidad acumulados en las sonrisas de los tailandeses, han logrado que este sentimiento trascienda sus cuerpos y pase a formar parte de los árboles, las flores, los animales, los templos y palacios; hasta aire está impregnado de felicidad y armonía. Aire que respiramos y a través de los alvéolos de nuestros pulmones pasa al torrente sanguíneo regando todos nuestros órganos.
 
¡En Tailandia verdaderamente se respira felicidad!
 
El Blog de Tailandia-Serenidad
 
Cuando algo está por suceder y, en un momento determinado, en un lugar determinado encuentra las condiciones idóneas para ello puede ocurrir el milagro. Y esto me sucedió a mí en Tailandia.
 
Como comenté al inicio andaba cuajándose una afinidad a tres bandas entre tres personas muy diferentes. Una hacía de bisagra que unía las hojas de este extraño trío que se estaba conformando y se intuía que algo intenso podía salir de todo esto. Quiso Tailandia que así fuera y como en la cocina más exquisita, tomó todos los ingredientes que a priori podían no combinar bien y con esa semilla de amistad que cada uno de nosotros aportó, con los sentimientos a flor de piel que este país nos inoculó, regados con el elixir destilado por siglos de felicidad y tratada con mimo brotó y se abrió como una flor para maravilla nuestra, una amistad que creo que nos define como personas.
 
El Blog de Tailandia -Loto
 
Ha pasado un tiempo desde ese viaje a Tailandia y cada vez que nos vemos seguimos notando esa corriente eléctrica que fluye entre nosotros cuyo origen está en Tailandia y que ahora sabemos perdurará siempre.