Amazing Thailand

La experiencia “Divana”: de Bangkok al cielo

Diez de la mañana. El tiempo se acaba en la agitada y lluviosa Bangkok, frenética pero encantadora. Nuestro chofer Sam está pendiente de llevarnos a las doce al aeropuerto (cálculos españoles, dos horas antes) pero realmente no tenemos en cuenta el tráfico loco de la “Ciudad de los Ángeles”. Él sí, y está preocupado por que lleguemos a tiempo a nuestro destino. Lo que ocurre es que antes de embarcarnos rumbo al sur del País de la Sonrisa, donde nos espera la playa, vamos a hacer una paradita para darnos un homenaje de relax (otro) en uno de los templos de bienestar que salpican la capital de Tailandia: Divana Nurture Spa. Pero este no es un centro cualquiera.

Entrada al Divana Nurture Spa

Entrada al Divana Nurture Spa

En Shukumvit 11, en el corazón del distrito de Bangkok, se levanta este edificio que proyecta modernidad y tradición, un vergel verde y delicado en medio del paisaje vertical y ruidoso que dejamos atrás. Encontramos silencio (o es lo que queremos encontrar, por raro que parezca) en un camino hasta la entrada que se mimetiza con el ambiente, que parece exclusivamente creado para los que buscan ese rincón de paz en medio del bullicio. Precedido por un jardín tropical y un estanque salpicado de flores de loto, la bienvenida no puede ser más marca de la casa. De nuevo, ayer y hoy, pasado y presente, se mezclan en las postales que guardamos en la mochila de viaje. Pero esta no es una postal cualquiera.

 

Estanque salpicado de Flores de Loto

Estanque salpicado de Flores de Loto

 

Dejamos los zapatos fuera. De dos en dos y bien ordenados. Mentalidad asiática. Limpieza y orden. Entramos. El loto es la base del diseño y el concepto del Spa. Y también de alguno de sus tratamientos, basados en las propiedades medicinales de la flor.

 

Nos encontramos con un interior decorado en un estilo thai contemporáneo y en tonos tierra (verdes, marrones, grises y dorados) que sirven para crear una atmósfera de calma y relajante y que nos hacen olvidarnos por un momento que nuestro chófer nos espera fuera, pendiente de nuestra hora de recogida. Después de este momento informativo, nos sentamos en la recepción en un cómodo sillón desde donde observamos el jardín y el estanque por un lado, y estamos enfrente del rincón de productos del Spa, por otro. Te dan ganas de cogerlos todos y llevarlos en la maleta, solo por su bella presentación (sí, la de los productos). Comienza nuestra experiencia Divana.

 

Recepción del Divana Nurture Spa

Recepción del Divana Nurture Spa

 

Ataviada con el traje típico y con la amabilidad “dulce” thai, una bella tailandesa nos da la bienvenida con toallitas calientes, que se agradecen para quitarte la sensación pegajosa del cuerpo al toque de las toallitas de las manos que te ofrecen con una delicadeza suma, y un té frío de limón y miel que sabe a gloria. Un tratamiento exfoliante completo y un masaje corporal de aromaterapia de rosas y jazmín (a elección nuestra). Esto es lo que nos esperaba.

 

Otra vista de la recepción del Divana Nurture Spa

Otra vista de la recepción del Divana Nurture Spa

 

La recepción precede a las diferentes salas de tratamiento que se distribuyen en las dos plantas del edificio, y la zona “noble”, la de las villas: 14 habitaciones dobles ensambladas unas con otras y 2 triples, que flanquean el edificio. Mini templos de bienestar. Dirigiéndonos a nuestros aposentos, las masajistas nos esperan en la puerta con las manos cruzadas en actitud de espera y servicio. Nos miran y sonríen. Exquisitas y delicadas, hablan como con vergüenza, ¡cuando tendrían que estar en el Olimpo de los dioses! Y sólo por un motivo: porque consiguen que los humanos relajen cuerpo, mente y alma y llegar a ese estado de paz y relajación mental que es para muchos la felicidad. Ellos lo consiguen combinando la medicina thai tradicional con la sabiduría oriental y la medicina moderna para alcanzar la “experiencia holística”, que para quien me esté leyendo en estos momentos podemos definirlo como “relájense porque esto solo se vive una vez en la vida”. De hecho, sus tratamientos se basan en cuatro principios fundamentales del bienestar. Apuntadlo, porque es cierto.

 

Sala de Tratamiento

Sala de Tratamiento

 

De fondo, unos amplios ventanales permiten ver la serenidad del jardín de agua. Serenidad que también se transmite al interior, donde me esperan dos camas solo para mí, con los ingredientes presentados de una manera bella y ordenada, en un espacio cálido y bonito. Y comienza el tratamiento y con él, la subida a los cielos. Creo que Bangkok se llama la “Ciudad de los Ángeles” porque muchos nos convertimos en ellos en estos pequeños placeres de la vida.

 

Productos del Divana Nurture Spa

Productos del Divana Nurture Spa

 

Doce de la mañana. Saliendo como en una nube (como un angelito al que solo le faltan las alas), la bella thai de recepción nos deja preparada dos bolsas con una exquisita crema de manos. Recién despertados del sueño, miramos el reloj: nos damos cuenta de que han pasado dos horas, que nos espera el chófer como un clavo en la puerta y tenemos que llegar al aeropuerto. Volvemos al punto de partida. Agradecemos con el legendario saludo el hacernos felices por ese tiempo. La prisa toma nuestro cuerpo pero, desde luego, la experiencia Divana, ya nos ha dejado marcados. Para siempre.
Todas las fotos son propiedad de Divana Nurture Spa